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Por qué patear la pelota perjudica el desarrollo

Patear el balón sin pensarlo no contribuye al desarrollo o mejora de un jugador en el fútbol por multitud de razones. En primer lugar, no promueve el desarrollo de habilidades críticas como el control del balón, la precisión de los pases, la toma de decisiones tácticas y la comprensión de la dinámica del juego. Estas habilidades forman la base del fútbol de alto nivel y son esenciales para el crecimiento individual y la sinergia del equipo. En segundo lugar, patear la pelota sin pensar no anima a los jugadores a considerar su posición, la posición de sus compañeros de equipo y la situación general del juego, que son elementos cruciales del juego estratégico. Por último, este enfoque puede conducir a un refuerzo de malos hábitos y a una falta de confianza en uno mismo con el balón. Por el contrario, fomentar el juego reflexivo y decidido fomenta una comprensión más matizada del deporte, cultiva una variedad de habilidades y ayuda a la creación de jugadores más completos, adaptables y resilientes. A continuación se presentan ocho razones por las que patear el balón obstaculiza el desarrollo del jugador:

8 razones para no "patearlo"

Solo practicando 1 habilidad

Cuando un jugador patea el balón constantemente, limita sus oportunidades de desarrollar una amplia gama de habilidades futbolísticas. Este enfoque limitado en una sola habilidad puede obstaculizar su crecimiento general como jugador, ya que no practican técnicas esenciales como el regate, el pase o el control del balón. Además, este hábito puede llevar a un conjunto de habilidades desequilibrado, lo que les dificulta contribuir de manera efectiva al éxito de su equipo.

Baja toma de decisiones

Patear continuamente el balón impide que los jugadores ejerciten su capacidad de tomar decisiones, que son cruciales en el fútbol. Al no evaluar la situación del juego y considerar sus opciones, pierden el desarrollo de habilidades cognitivas esenciales como la conciencia espacial, la comprensión del juego y la perspicacia táctica. Esta falta de práctica en la toma de decisiones puede resultar en reacciones más lentas en el campo y una capacidad limitada para adaptarse a diversas situaciones de juego.

Disfrute más bajo

Menor disfrute cuando no tienen el balón: los jugadores que habitualmente patean el balón a menudo pasan menos tiempo en posesión, lo que puede disminuir su disfrute general del juego. El fútbol se vuelve más divertido y atractivo cuando los jugadores participan activamente controlando el balón, tomando decisiones y colaborando con sus compañeros de equipo. Patear el balón reduce estas oportunidades, lo que lleva a una experiencia menos satisfactoria en el campo.

Bajo compromiso

Baja participación en el juego: los jugadores que constantemente patean el balón pueden involucrarse menos en el juego, ya que su participación limitada podría hacerlos sentir desconectados del flujo del juego. Esta falta de compromiso puede afectar su motivación, concentración y voluntad de esforzarse, lo que puede ser perjudicial tanto para su desempeño individual como para el éxito general del equipo.

Detiene el ataque del equipo

Obstaculiza las capacidades ofensivas del equipo: patear el balón sin ninguna intención o propósito a menudo resulta en devolver la posesión al oponente. Esto no sólo ejerce presión defensiva sobre el equipo del jugador, sino que también limita la capacidad del equipo para crear oportunidades de gol y desarrollar movimientos de ataque.

Socava el trabajo en equipo

Socava el trabajo en equipo y la cohesión: el fútbol es un deporte de equipo que depende de la comunicación, la comprensión y la cooperación efectivas entre los jugadores. Patear el balón continuamente puede alterar la dinámica del equipo, ya que dificulta el desarrollo de la química y la confianza entre los compañeros, lo que dificulta la ejecución de jugadas y estrategias coordinadas.

No se puede explotar a la oposición

Incapacidad para explotar las debilidades del oponente: los jugadores que constantemente patean el balón pierden la oportunidad de aprovechar las brechas y vulnerabilidades en la defensa del oponente. Al no evaluar la situación del juego y tomar decisiones calculadas, pierden la oportunidad de crear oportunidades de gol y presionar al equipo contrario.

Refuerza los hábitos negativos

Refuerza hábitos negativos: Patear la pelota repetidamente puede establecer un hábito negativo que se vuelve difícil de romper, especialmente a medida que los jugadores avanzan a niveles más altos de competencia. Este hábito puede ser una barrera importante para su crecimiento y desarrollo a largo plazo, lo que les dificulta alcanzar su máximo potencial como jugadores de fútbol.

Cómo podemos ayudar a nuestras jugadoras

Lo principal que podemos hacer para ayudar a nuestros jugadores es enfatizar la importancia de la posesión y la toma de decisiones durante los partidos. Anime a los jugadores a controlar el balón, evaluar sus opciones y tomar decisiones informadas en lugar de patearlo. Refuerce este mensaje constantemente durante las prácticas y los juegos. Deja de decirle a los jugadores que “arranquen”, “pateen” o “se deshagan de él” cada vez que se encuentren en una situación de presión.